Estabas
agonizando, de pronto desde tú cuerpo comenzó a salir otro ser humano, estaba
impactado jamás en mi planeta habíamos observado semejante forma de
reproducción, bastante primitiva si me lo preguntan. Me llamo la atención la
felicidad y ansiedad con la que esperabas dicho acontecimiento. Te miraba
y mi mente no entendía como eras capaz de amar a algo que aún no haz
visto, como podías soportar tanto dolor y luego no sentir rencor. Seguí
impaciente, estaba nervioso.
Se
asomo una pequeña porción de su cuerpo hacia la superficie, ya nacía un nuevo
“TU”. Era estructuralmente igual a ti, tus ojos, tu boca. Quería enterarme de
una vez que clase de ser ocasionó semejante proceso, quien fue el creador de
este nuevo sistema de natalidad. Ese sujeto debió haber
estudiado diversas teorías por años y años para lograr tal resultado y yo en
mis años de científico no comprendía tanta maravilla.
Cuando te vi, esas
preguntas desaparecieron de mi, me interesaba más saber si perdonarías a la causa de tus gritos de dolor, me asuste
pensé que morías. Estaban amarrados, toque el lazo y te enojaste me gritaste.
“No, se puede infectar”.
Tu
rostro aliviado, tu cuerpo relajado recibía a esa nueva mujer en miniatura, me pregunte si tendría el mismo
sistema nervioso y sanguíneo que observe en tu cuerpo. De ser así no comprendía
como se podía comprimir todos los órganos vitales en una criatura tan pequeña. La besaste y ya no te dolía , creo
que no te preocupo el dolor ni por un instante. Me dijiste que se llamaba amor.
Te creo profundamente, te creo definitivamente. Estabas feliz nunca te había
visto así. La luz, el calor se apodero de todo lo que soy, extraña ésta
sensación. Me conversabas horas sobre como la educarías, como la vestirías como
le explicarías los dolores y alegrías con las que se encontraría, cada palabra
pensaste, te la imaginaste en cada edad y para cada una reflexionaste como ayudarla.
En
mi planeta no se ve, como lo ves, aquí se insertan aparatos enormes que envían
ondas que llegan a lo que tú conoces como cerebro. Todos sabemos lo mismo,
todos tenemos el mismo nivel de inteligencia y de torpeza. Todos creemos en lo
mismo. Tu raza aprende conforme se alargan sus extremidades eso es
verdaderamente sorprendente, en tu planeta se opina y critica según lo vivido,
tu raza es empírica como me dijiste un día. Nadie sabe todo, siguiendo dicha teoría, se respetan
los intereses individuales.
Me extraña que reniegues de esa vida, creo que hubo algo que cambio esa forma de
relacionarse con tu medio. Algo los cegó y no los dejo entender el juego tan
simple que debían seguir. Ese fue el fin. ¿Jerarquías?
Estoy seguro que entendiste, escribo esto para que te asombres de lo que haz hecho,
te escribo para que te alegres de lo que haz hecho. Ya no estás sola, de ti
salió otra, ninguna se olvidará de la otra jamás, se son eternas. Son lo
más parecido al infinito.
La cotidianidad ha hecho que desvalorices este momento, en un nivel inconsciente claro está, sé que es uno de los días en los que te he visto reír a carcajadas.
Tu amas, y yo nunca había visto nada igual.