Es como si de pronto el olor real apareciera. La mierda ya no se esconde, aflora por todos y cada uno de tus poros ligera y volátil fragancia cínica y consciente de su mala fama te recorre y me advierte de tu alma podrida y tu pensar flojo. Quieta contemplo esta escena y rio, rio a carcajadas desde la butaca más lejana, la más oscura y triunfante me asombro de tu poco poder de convencimiento. A mi cuerpo llega una energía desorvitante y me vuelo, formo tal revuelo que en un abrir y cerrar de ojos dejo tu teatro sin un solo espectador, desértico y es la oportunidad para manipular el aire a mi antojo, transformarlo en una melodía con toques bluseros y victoriosos, tus butacas se vacían gracias mi algarabía y así es como se despiertan a los ciegos silenciosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario