Hay cosas que deben morir contigo.

Hay cosas que deben morir contigo.

domingo, 27 de mayo de 2012

Me descubriste



Me encontré graficada de una bizarra forma, en un escrito procedente desde lo más recóndito de tu cerebro. Me encontré ahí plasmada, odiada y admirada. Me conocí y me extrañe, ¿Así es como me vez?, ¿Esto es lo que mi mente expele?, ¿Así es como trabaja mi sistema nervioso? Me imaginas, me idealizas o me concluyes. Soy una mala anfitriona si a fiestas multitudinarias se trata lo sé, te molesta mi desconfianza y es eso lo que más me enorgullece de mi personalidad. Me sorprende que te guste que te enseñe a comprender la vida desde mis ojos.

Encontré todos tus pensamientos en una bandeja plateada, me sentí leída, sentí que al fin nos vemos y me agrada ser observada con tu estilo incógnito y desorbitarte. ¿Es un halago? Nunca nadie me había escogido como conejillo de indias. Es posible que la calidad de potenciales personas observables haya disminuido de un tiempo a esta parte, puede ser que el ocio en tu vida ocupa un espacio inmenso.

Según tu gráfica física espacial, mis manos son demasiado largas y te digo, mi mente las ha modificado, es una especie de tortura y me recuerda que soy una pianista frustrada. Porque nunca me preguntabas lo que quería; querías saber acerca de mi familia. ¿Ahora te molesta que sea una persona evidentemente reservada? Tus estudios acerca de mi me dicen que en 34 mese más me detectaran cáncer, ¿Me lo ibas a informar? ¿O tu molestia por no ser creyente del karma es más fuerte? Dejaras que muera ignorante. Yo lo permito, no quiero ser una sabe lo todo. No quiero manejar el tiempo, pero mi felicidad y los placeres de esta vida están insertados en todos los planos mentales de mi humanidad. Y según el capitulo 31 eso me encanta, eso me agrada.

Me sientes distante, la pagina 135 no miente, tú lo haz expuesto. Me molesta que me odies y confieses tus ganas de ahorcarme y mandarme al demonio al segundo siguiente. Supe que mi tipo de sangre es común, me haz dado una esperanza, la diálisis es un excelente y eficaz método de salvación.

Me entero de mi Tripolaridad eso me fascino. Me miras, me da la sensación de haber visto miles de orificios en todas las paredes de mi casa. Tuve el poder y con gusto diré que viviste en función de mis actos por un momento.

No te gusta que me embriague y pensando que eso era sexy, siempre te invite a vivirlo junto a mi, te quería llevar a un bar esplendido que conocí la otra noche, pero ya no te sorprendo, ahora supe que me conoces mejor que yo. No quiero improvisar, me siento ridícula, yo amaba mi impredecible forma de pensar. Me gustaba mi inestabilidad me radiografiaste y mataste la sorpresa. ¿Nunca te gustaron mis pantuflas de conejitos?

Tienes mis huellas digitales, yo quería ser la primera asesina amateur en lograr el crimen perfecto. Hasta mi plan de rasparme los dedos con la lima del baño ya conoces. Crees que mis argumentos ideológicos son cursis y básicos. Te gusta que les tire piedras a los pacos.

Nunca me lo dijiste, ya es tarde, ya no lo podemos discutir. Tu cuerpo está tieso, tu boca no se mueve y hueles a cementerio. Te llevaste el odio y tu amor hasta la tumba. Nunca a la cara me escupiste tu descontento, nunca crecimos, tú no alcanzaste a crecer. Te limitaste, te  dedicaste a maquinar, a manipular la naturaleza de mi cerebro y mi único afán era contigo disfrutar una cerveza. No dejaste que nos conociéramos concientemente. Es tarde ya te veo bajando, en una caja y esa cuerda es tu último soporte. No eres una persona católica les dije a tu familia ¿Era mentira? Quizás nunca te hubiese estudiado yo no te quitaría tu libertad. Pero otro hemisferio de mi cerebro te agradece profundamente el tiempo invertido en mi me has hecho reflexionar.

¿Lo sabias? ¿Si? Tu lo sabias; sabias que este estudio biológico y mental de mi mezcolanza de huesos y músculos me encantaría, me alegraría y depuse de un tiempo lo odiaría y aborrecería. Hasta leyéndote me sorprenden tus cálculos exactos.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Simplicidad


  Es un día un tanto frío, no importa el lugar, está el aire más ingrato que de costumbre y las personas sólo piensan en refugiarse, en esconderse y acalorarse. Menos “una”, menos ella, menos ese ser humano que ha dedicado su vida entera a componer el mundo, menos esa mujer cuya mente un tanto retorcida no guarda ningún tipo de temor hacia la pseudo autoridad y la mal creada jerarquía. Menos esa mujer distinta y absolutamente incomprendida por esas momias tradicionalistas, es altiva y su voz es capaz de resonar en las cabezas de unos cuantos.  

No le importa si la amas, no vive buscando el reconocimiento de otros seres con supuestos cerebros razonantes, no te llama  y mucho menos te ruega atención, aún así  despierta en ti unas ganas incontenibles de hablarle, de informarle que existes en este mundo, decirle que sólo necesitas una minima interacción entre tus labios y esos ojos profundos, ojos misteriosos y extremadamente interesantes y claro son un enigma para tu rutinaria cotidianeidad. Te sorprende el hecho de comparar tu vida con la de ella y darte cuenta que haz caminado por las mismas calles, respirado el mismo aire y sentado en el banco de la misma plaza, pero ella; ella lo ha hecho con tal intensidad, lo ha disfrutado y recordado sin arrepentimientos, ella disfruta de una forma magnifica su vida, y no reprime su cuerpo, no reprime su mente  y se lanza, ella no espera con temor las consecuencias, por el contrario las observa y las trasforma en conocimiento.  

Ella hace lo que tú deseas, pero nunca ha dañado a nadie en el proceso y es eso lo que te causa curiosidad, ella ha logrado encontrar ese ritmo perverso, ella no le teme a lo prohibido. Su originalidad le da ese semblante perdido, su esencia violenta y segura, su versatilidad anímica
Ella es la mejor canción jamás escrita, es la frase mejor pensada, ellas es prudente cuando quiere, es amable cuando te quiere y subversiva cuando se requiere y en esta vida esta última cualidad es el primer mandamiento.

Ella mira al cielo y disfruta la lluvia, la siente, no se esconde, el frío es una oportunidad perfecta para beber; beber vino tinto. Sale de  su casa y la calle huele a ese aroma, ese  aroma con una simplicidad equivalente. Ese olor a tierra mojada entra por todos sus sentidos y camina por la calle vacía, camina y bebe de su vino, camina y tú la observas desde tu ventana, la miras y el valor se te sube a la cabeza. La miras y vuelves a desear caminar junto a ella. Que gire su cuerpo y complaciente te sonría. Pero no haz entendido del todo el asunto, ella es libre, su todo no tiene dueño, ella misma se pertenece y se cuida. No eres lo suficientemente perficaz, inteligente o loco como para provocar en ella algún tipo de reacción. Eres común, predecible y esas últimas no están por ningún motivo en sus expectativas. Tu forma clásica de ver esta tierra es exactamente lo que te aleja enormemente de su silueta.