Hay cosas que deben morir contigo.

Hay cosas que deben morir contigo.

miércoles, 17 de julio de 2013

Le dijeron que era una terapia.


    Hueles igual que esa mujer que detestas, te ves igual a esa que llamaste prostituta, respiras como ella, hablas y gritas como esa loca de patio que golpeaste la otra noche, eres como esa que te desgració la vida. La destruiste con tus palabras, la juzgaste, la escupiste. Te vi cuando la quemabas con tú cigarro, estuve en el segundo exacto cuando le pateabas la cabeza, ella no te respondió, con tus mensajes poco sutiles ella se convenció de que es un ser inferior. La denigraste, la humillaste, tu cerebro quizás no dimensionó lo que provocaste, la influencia que dejaste. Modificaste su tiempo y su espacio se redujo a un absurdo. La hiciste sentir absurda, fuera de lugar, hiciste que se auto asfixiara. Mírala, ¿Que odias?, sus ropas, ¿Que rechazas? sus zapatos con tacos más altos. ¿Que te ciega? Hay ondas electromagnéticas, ultrasonidos que te alteran, que anulan tu entendimiento, ¿Es eso? Confía cuéntame la historia, háblame con tú verdad. La criticaste superficialmente hasta que te cansaste. Ahora no te acuerdas pero tu rostro se deformó de ira, cólera, furia. Tus uñas quedaron marcadas en sus brazos. No te interesó nada, ni nadie, ella volvió a su casa, lloró hasta que llovió, lloró hasta que alucinó con tus ojos, soñó contigo, durmió contigo, caminaste a su lado, creo que se enamoró no hace más que hablar de ti.

   Inmenso el poder que tiene una auto conversación, el estruendo fue tal, las repercusiones de la batalla campal fueron tal, que su madre decidió sacar todos los espejos de la casa.



Vómitalo

 Más vale tarde que nunca dicen, más vale vomitar, más vale escupir, es eso o hincharte, es eso o simplemente explotar en un momento y espacio desafortunado. Es eso o quedar como un maldito esquizofrénico con alucinaciones automáticas y viviendo como un desgraciado. 

  Es inspeccionar tu cuerpo, es llevarlo al máximo momento de ira. Es probarte y anotar en una hoja tus conclusiones, es eso o mandar a otro a pasar por las mil aventuras que tu mente crea. Es eso y grabarte y ver cómo te trasformas en una rata, una maldita rata buscando la recompensa del amo. Es eso o faltar a la moral, es eso o usar es su reemplazo, una criatura inferior, una criatura que no razona, una criatura supuestamente idiota que no habla, o tu eres el idiota que no comprende otra forma de comunicación y lo matas.

 ¿Ves? Es por esto que pasan éstas cosa por tu poca sinceridad, es por tu desgano de entender y respetar. Te acostumbraste a vivir bajo una sábana de normas que ni entiendes, que no te respetan, que no te gustan, a nadie le gustan, todos las detestan pero ahí están aguantándose ese vomito. Ahí están desquitándose con quien no lo merece.




Futuro Cortometraje

    La luz es tenue, la cama está vacía y mi cadáver aún no es encontrado. Las moscas merodean y ya no me creo capaz de soportar ésta peste. Pasos por fuera y sombras tras las cortinas, las puñaladas ya no me duelen y lamentablemente no alcancé tomarme el vino.

  Mis ojos y mis pensamientos son los únicos que se mueven. Ese hombre nunca entendió, no acepto que era distinta, yo solamente quería un día, a mí sólo me bastaba una noche y se fue sin aceptar la propina. ¿Herí sus sentimientos?, esa no fue mi intención, ni siquiera me interesaban. ¿Para qué molestarme?, que vergüenza, morir por una insignificancia. Que ridícula es la gente cursi.



sábado, 6 de abril de 2013

Nació alguien en la galaxia vecina...


  Estabas agonizando, de pronto desde tú cuerpo comenzó a salir otro ser humano, estaba impactado jamás en mi planeta habíamos observado semejante forma de reproducción, bastante primitiva si me lo preguntan. Me llamo la atención la felicidad y ansiedad con la que esperabas dicho acontecimiento. Te miraba y  mi mente no entendía  como eras capaz de amar a algo que aún no haz visto, como podías soportar tanto dolor y luego no sentir rencor. Seguí impaciente, estaba nervioso.

  Se asomo una pequeña porción de su cuerpo hacia la superficie, ya nacía un nuevo “TU”. Era estructuralmente igual a ti, tus ojos, tu boca. Quería enterarme de una vez que clase de ser ocasionó semejante proceso, quien fue el creador de este nuevo sistema de natalidad. Ese sujeto debió haber estudiado diversas teorías por años y años para lograr tal resultado y yo en mis años de científico no comprendía tanta maravilla. 

 Cuando te vi, esas preguntas desaparecieron de mi, me interesaba más saber si perdonarías  a la causa de tus gritos de dolor, me asuste pensé que morías. Estaban amarrados, toque el lazo y te enojaste me gritaste. “No, se puede infectar”.
 
 Tu rostro aliviado, tu cuerpo relajado recibía a esa nueva mujer en miniatura, me pregunte si tendría el mismo sistema nervioso y sanguíneo que observe en tu cuerpo. De ser así no comprendía como se podía comprimir todos los órganos vitales en una criatura tan pequeña. La besaste y ya no te dolía , creo que no te preocupo el dolor ni por un instante. Me dijiste que se llamaba amor. Te creo profundamente, te creo definitivamente. Estabas feliz nunca te había visto así. La luz, el calor se apodero de todo lo que soy, extraña ésta sensación. Me conversabas horas sobre como la educarías, como la vestirías como le explicarías los dolores y alegrías con las que se encontraría, cada palabra pensaste, te la imaginaste en cada edad y para cada una reflexionaste  como ayudarla.

 En mi planeta no se ve, como lo ves, aquí se insertan aparatos enormes que envían ondas que llegan a lo que tú conoces como cerebro. Todos sabemos lo mismo, todos tenemos el mismo nivel de inteligencia y de torpeza. Todos creemos en lo mismo. Tu raza aprende conforme se alargan sus extremidades eso es verdaderamente sorprendente, en tu planeta se opina y critica según lo vivido, tu raza es empírica como me dijiste un día. Nadie sabe todo, siguiendo dicha  teoría, se respetan los intereses individuales. 

 Me extraña que reniegues de esa vida, creo que hubo algo que cambio esa forma de relacionarse con tu medio. Algo los cegó y no los dejo entender el juego tan simple que debían seguir. Ese fue el fin. ¿Jerarquías?

  Estoy seguro que entendiste, escribo esto para que te asombres de lo que haz hecho, te escribo para que te alegres de lo que haz hecho. Ya no estás sola, de ti salió otra, ninguna se olvidará de la otra jamás, se son eternas. Son lo más parecido al infinito.

 La cotidianidad ha hecho que desvalorices este momento, en un nivel inconsciente claro está, sé que es uno de los días en los que te he visto reír a carcajadas. Tu amas, y yo nunca había visto nada igual.

RON DAMÓN