Hay cosas que deben morir contigo.

Hay cosas que deben morir contigo.

martes, 6 de mayo de 2014

Sos de mi


   Te puedo mirar un segundo, coquetear contigo un instante, puedo mirar tus brazos y sentir que me abrazan, por el cuello se deslizan y me aman, o me mienten, o me miento. Me hablas, me derrito, por dentro las piernas me tiritan y el corazón se desborda. Me encantas, me hechizas el conocimiento, todo se vuelve relativo, concédeme el placer de imaginarnos desnudos y juntos.

   Te desmenuzo poro por poro en mi mente, me ilusionas, eres mi marioneta y hago lo que quiero, me besas donde me place y te relato el cuento que quiera. Somos amantes.


Nosomos, noseremos

  No es necesario que me presente, no es necesario que te cuente algo sobre mí, no te inquieta y no me molestaría en explayar mi existencia por medio de palabras vacías que no nos interesan. Algo nos convoca eso es claro, algo ha hecho que tu mirada y la mía se desenfrenen y se busquen, son electrodos quizá, huelen a hormonas alocadas, es quizás el olor animal que entra en mi mente animal, es tenerte nada más. Yo sólo quiero tu corporalidad, yo quiero tus dedos y apreciar la silueta que te compone. No hay romanticismo involucrado, estas palabras son nada más que una sucesión de pseudo poemas, nada especial, nada personal.

  Te observo, palmo a palmo te conozco una vez, eres tan distinto, me preguntas banalidades, como tratando de interesarte, disimulando tu amnesia, yo respondo, riendo a ratos, coqueteando de vez en cuando, me siento linda.

  Intento reflejarme en tus pupilas, en tu iris o en tus manos, nosotros no seremos, nosotros no estamos amarrados al mismo destino, no nos veremos en la vida nunca más. Yo sé que no tengo un nombre en ti, no nos sabemos, somos un número, somos una ocasión, un desliz, un lapsus, un espasmo, un error, tu futuro presumir, un chiste, una vez, una sonrisa cuando recuerdes tu juventud en diez años más.