Estaba parado en la encima de las células y hormonas que combaten la muerte, jugando con el porvenir de miles de seres. Yo era el rey, era un rock star, yo inventé las drogas y los placeres de un mundo específico, ese mundo se llamaba Israel. Puedo entenderlo todo, y soy un mago envidiable. Tengo la capacidad de mover a miles de pequeños componentes que a su vez aceitan engranajes que permiten la existencia de los músculos faciales de nuestro fiel representante.
Ese sujeto es un morenazo de 1.80, en sus ojos tiene una galaxia inmutable, es mi "otro yo" discutimos fervorosamente cuando se acerca el ocaso, tiene la capacidad de dejarme en "pausa", puede con tan sólo combinaciones de sonidos que él ha bautizado como palabras y vocablos construir nuevas civilizaciones. Creo que entiende el conocimiento desde otro concepto, su vida está hecha de una forma sutil y sencilla. No lo puedo atacar con lo obvio, no lo puedo confundir con lo esperable, él es exigente y yo soy su mente, como él me dice. Me ama y me cuida, me invita a carretes, me ha mostrado magnánimos eventos, he conocido mucho y gracias a eso estoy lleno de colores y olores.
Yo un día tomé una importante decisión, rompí el orden establecido, decidí crear poderosas semillas de nuevas conjugaciones mentales, que afectarían a la común silvestre, raza humana, decidí regalar la vida, sí, así como usted lo escucha. Yo lo lograré.
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