Breve historia de una joven citadina, con el alma agonizante y la mente pantanosa.
Hay cosas que deben morir contigo.
martes, 20 de septiembre de 2011
Deditos
Ella tenía las yemas de los dedos perfectas, eran singulares, eran invisibles, se las raspaba y según ella para no ser identificada en caso de emergencia.
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